Lemberg Pascua armenia
Los rayos del sol caen hasta el suelo desde los ventanales atravesando la penumbra de la catedral armenia de Lemberg. La iglesia fue fundada en 1362 por los armenios de Crimea siguiendo el modelo de sus antiguas iglesias medievales, a unos tres mil kilómetros de distancia. Sus muros están decorados con frescos art nouveau, con reminiscencias de Klimt, encargados por el arzobispo católico armenio Józef Teodorowicz a un pintor judío nacido en Rusia, emigrado a Francia, luchador por la libertad en Polonia: Jan Henryk de Rosen. Así es Lemberg.
Un hombre agradable con una sonrisa inteligente se nos acerca. «Nosotros, los armenios, no celebramos la Pascua ahora sino una semana antes, como ustedes. Pero voy a cantarles uno de nuestros himnos litúrgicos. Trata de la luz que se introduce en la oscuridad de la tumba. Tal como entra ahora en la iglesia».
Al acabar el canto nos muestra un CD. «La liturgia armenia, una grabación de nuestro coro. Los solos los canta el deán, que es miembro de la Ópera.» «Sin falsa modestia», añade con una sonrisa más bien pícara. «Y también cantamos en la misa de mañana, vengan a escucharnos».
Más tarde, hablando con él de la comunidad armenia de Lemberg, vuelve sobre su actuación anterior: «A menudo estoy aquí para hablar con los visitantes. Considero importante hacerlo, que se relacionen con nuestra comunidad y nuestra iglesia.»